El lenguaje nos delata.
El lenguaje nos delata.
La forma como nos expresamos dice lo que somos y lo que sentimos. El empleo adecuado del lenguaje llano, franco y espontáneo, sin pervertirlo, nos delata. No se refiere faltas orales o gramaticales, sino de pervertirlo como lo hacen los políticos. Por ello el político engaña tan facilmente, porque no habla francamente. Pervierte el lenguaje.
Un ejemplo de como el lenguaje delata la intención de un hombre hacia una mujer, consiste en la formas en la que dirije a ella, en determinadas circunstancias.
Las formas del lenguaje destacan el grado de sinceridad del hablante.
Cuando un hombre dice a una mujer, ¡Que linda está! De seguro ha observado su cara.
Cuando le dice ¡Que sexy está! Es casi seguro que ha mirado su cuerpo.
Cuando un hombre le dice ¡Que hermosa! es porque ha mirado su corazón.
Cuando un hombre le dice a una mujer, ¡Oye, te lo quiero meter! es mas sincero que los demás, porque en el fin los cuatro quieren lo mismo.
Opaito.
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