Los Bonobos

El Bonobo o chimpancé pigmeo (o menos frecuentemente chimpancé grácil o chimpancé enano), es una de las dos especies que componen el género Pan. 

 Los bonobos se ven raramente fuera de su hábitat natural, por lo que no son tan conocidos como los chimpancés comunes. A primera vista se parecen mucho a estos, pero suelen tener la cara negra, las orejas más pequeñas y las piernas más largas. Su área de distribución está en las densas selvas húmedas de África central. Se alimentan principalmente de frutos y hojas que cosechan de los árboles.

Que es lo que tiene de importancia para los fines del presente artículo, este primate? Su comportamiento. Veamos.

Las relaciones sexuales juegan un papel preponderante en las sociedades de bonobos, ya que son usadas como saludo, como método de resolución de conflictos, como medio de reconciliación con ellos mismos y como forma de pago mediante favores tanto de machos como de hembras o a cambio de comida.

Los bonobos son los únicos primates (aparte de los humanos) que han sido observados realizando todas las actividades sexuales siguientes: sexo genital cara a cara (principalmente hembra con hembra, seguido en frecuencia por el coito hembra-macho y las frotaciones macho-macho), besos con lengua y sexo oral.

La actividad sexual tiene lugar tanto dentro de la familia inmediata como fuera de ella, y suele implicar tanto a adultos como a crías. Los bonobos no forman relaciones estables con parejas individuales. Tampoco parecen discriminar en sus comportamientos sexuales según género o edad, con la excepción de madres y sus hijos, entre los cuales nunca se han observado relaciones sexuales. Cuando los bonobos encuentran una nueva fuente de comida o lugar de alimentación, la excitación general suele desembocar en una actividad sexual en grupo, sobre todo entre las hembras, presumiblemente descargando la tensión de los participantes y permitiendo una alimentación pacífica.

Los machos bonobo practican con frecuencia varias formas de sexo genital entre ellos.​ Una de las formas consiste en ambos machos colgando de un árbol cara a cara mientras frotan sus penes entre sí. También se ha observado a los machos bonobos realizando esta actividad en el suelo. Una forma especial de la misma, empleada por los machos como reconciliación tras un conflicto, se realiza con ambos tumbados en el suelo y trasero con trasero, mientras frotan sus bolsas escrotales entre ellas.

Las hembras bonobo usan el sexo genital hembra-hembra (tribadismo) como forma de establecer relaciones sociales entre ellas, fortaleciendo así el núcleo matriarcal de la sociedad bonobo. La estrecha relación entre las hembras les permite dominar la estructura social, aunque los machos son físicamente más fuertes, no pueden enfrentar solos a un grupo unido de hembras, y no suelen colaborar entre ellos de esa forma. Las hembras adolescentes suelen abandonar el grupo en el que nacen para unirse a otro. Esa migración habitual de las hembras hace que el fondo genético de los bonobos se mezcle con frecuencia.

A pesar del enorme incremento en la actividad sexual, la tasa de reproducción no es mayor que la de los chimpancés comunes. Las hembras cuidan de sus crías y las alimentan durante cinco años, y pueden dar a luz cada cinco o seis años. Comparadas con las de chimpancé común, las hembras de bonobo nunca se alejan del grupo para parir y no se conocen casos de infanticidio entre bonobos, que sí son frecuentes en chimpancés.

Frans de Waal, es un investigador holandés especializado en psicología, primatología y etología; y Richard Wrangham, un primatólogo británico, enfatizan el uso del sexo por parte del bonobo como mecanismo para evitar la violencia. ¡Leyeron bien! Lo usan para disipar las tensiones y cimentar los lazos sociales.

Tanto el chimpancé común como el bonobo evolucionaron del mismo ancestro que dio lugar a los humanos, y sin embargo el bonobo es de las especies más pacíficas y no agresivas de mamíferos que hoy día viven en la Tierra. Han desarrollado vías para reducir la violencia que permean toda su sociedad. Nos muestran que la danza evolutiva de la violencia no es inexorable. 

Cuando dos grupos desconocidos de bonobos se encuentran, en un primer momento exhiben miedo y hostilidad, la jungla se llena de gritos y aullidos. Sin embargo, las hembras de ambos grupos cruzan enseguida la línea que los separa e invitan a los extraños a tener sexo, en lugar de la guerra. Esto es seguida aceptado y a los pocos minutos el campo de batalla potencial es un hervidero de bonobos "rapando" en casi cualquier postura concebible. Entre ellas colgados de cabeza de los árboles. 

Es muy posible, obviamente, que debido a las similitudes biológicas que tenemos con los bonobos, que este truco funcione igualmente entre los sapiens; pero para esto ocurra, tienen que darse,  sin duda, las siguientes condiciones: a) que sea eliminada el sentimiento de culpa después de la rapada, algo bien difícil (la serpiente del diablo vino a joderla) y; b) lo más importante, sobre todo muy importante que la mujer no quiera luego pasar factura por eso.

Ahí lo tienen, a los que quieren ponerle fin a la violencia. Después no me digan que le di la cura. Total el hombre, todo lo que sabe lo ha aprendido observado la naturaleza.

Ahí lo tienen, a los que quieren ponerle fin a la violencia.


Fuente Wikipedia.

Bernardo975@hotmail.com 

Opaito.

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