El derecho de la razon

 El derecho de la razón.

Según la Enciclopedia Jurídica, la calidad “es el título con el que una persona actúa en un acto jurídico o un juicio”. Esta calidad puede ser ejercida por el ente sobre el cual recae el derecho o por representación otorgada por el titular y que la normativa protege, para su garantizar el pleno disfrute de los derechos sobre los cuales se postula.

Igualmente, en la capacidad, según la misma fuente, “se distinguen dos grados: la capacidad de goce, que es la aptitud para tener derechos " y en algunos casos obligaciones, (común a toda persona física), y "la capacidad de ejercicio, que es el poder para ejercer por sí mismo los propios derechos y contraer obligaciones".  Este ultimo grado de ejercicio del derecho está sujeto a ciertas condiciones que deben estar presente en el titular para poder promover por si mismo los derechos que se atribuye para que la ley pueda otorgarle la capacidad del ejercicio, de lo contrario, estos deben ser exigidos por un ente distinto a favor del titular, debido a su incompetencia. Como es el caso de los menores de edad, incapacitados por alguna razón, o los animales. Importante señalar, que la incapacidad ante la ley, se refiere, al estado de una persona privada por la norma jurídica para exigir ciertos derechos, ya sea esta incapacidad de goce o de ejercicio, debido a que no se considera capaz.

La incapacidad puede ser producto de las carencias de facultades físicas, biológicas, degenerativas o debido a circunstancias del momento, prevista en la normativa legal. De la misma manera que no se puede otorgar la capacidad de ejercicio del derecho a este tipo de incapaces, tampoco se consideran penas para ellos, por la misma cuestión. No hay capacidad de juicio para el bien ni para el mal. 

La estupidez es una incapacidad no contemplada en la ley, que se produce por la fata de razón y de juicio para decidir por sí mismo sobre una cuestión. Facundo Cabral, inmortalizo el concepto del miedo a los estúpidos, por que podían llegar a ser demasiados, podían llegar a ser mayoría y tendrían la capacidad de imponer su mayoría sobre ciertas cuestiones en las que la estupidez sería el norte que marque el rumbo de la sociedad. Es lamentable que la profecía de Facundo nos haya llegado sin habernos dado cuenta. Lo evidencian muchas de las manifestaciones absurdas que a diario se dan y que luego quieren justificarse como correctas, lógicas y fundamentadas en derechos absurdos o abusivos. 

La inquietud sobre esto que corre por mis pensamientos, sobre lo que he razonado y escrito anteriormente, se enciende como un relámpago que lo ve hasta aquel que pretende ignorarlo y oído como el trueno que lo precede, se refiere al concierto concurrido, exitoso y multitudinario realizado por esa figura del circulo barato, vacío y dirigido a estúpidos, conocido popularmente como Bad Bunny. Daban cuenta de la asistencia al fastuoso evento, un grupo de incipientes jóvenes y otro grupo de insipientes adultos entre los que existía una característica común, LA ESTUPIDEZ.

Entre los que se pavoneaban y se mostraban orgullosos de haber estado presente el espectáculo, donde se promovía la indecencia, la vulgaridad y los antivalores, se encontraban figuras de la opinión pública, incluyendo políticos de cierto renombre, quienes en otros escenarios, en una rampante doble moral, llegaron a criticar el contenido que promueve el género urbano, por ser explícito y sin contenido.

Pero volvamos al derecho y reconozcamos la capacidad que tiene un adulto "capaz" de tomar decisiones por su propia voluntad y dedicarse a pagar y ver lo que le venga en gana, aunque esto sea un producto recién salido de letrina de campo, es su derecho. Lo que a mi me preocupa y es lo que he querido reflexionar, es la capacidad que tienen ciertas bestias para elegir y ser elegido.

El derecho al voto se garantiza como un derecho de goce y no de ejercicio. Se considera un derecho fundamental que debe garantizarse a las personas por el solo hecho de haber alcanzado una edad determinada sin ningún otro requerimiento. El resultado es que tenemos estúpidos eligiendo estúpidos y por estas razones vemos incidentes como el de un agente de Digeset, que su origen, debe decirse, parte de un hecho ilegal, por parte del agente debido a que no esta previsto que las infracciones de transito impliquen apremio corporal y de un alcalde ignorante, que se cree que por el hecho de haber sido elegido para una función publica por estúpidos, debe proteger a sus electores, aunque esto suponga la violación de la Ley. Igualmente vemos un regidor que de igual manera, incita a su manada a irrespetar la autoridad, porque la estupidez y la ignorancia no pueden reaccionar de manera distinta. Solo por citar hechos recientes, pero es muy común ver funcionarios por designación y por elección actuando como bestias, porque eso es lo son, y quienes los han llevado a la función son bestias peores.

Debe llevarnos estas cuestiones a replantearnos la idea, sobre el concepto del derecho al voto. Este debe ser un derecho de ejercicio y no goce, no debe ser un derecho fundamental que pueda garantizarse por el solo hecho de existir. El derecho al voto en las naciones democráticas se garantiza con la idea de que todo ciudadano tenga participación en la conducción de su sociedad, ya sea mediante su deseo expresado el sufragio o mediante su derecho a ser elegido, de manera que la conducción de la sociedad no sea la voluntad individual o de un exclusivo grupo.

En la Constitución Dominicana, Art. 208, el voto se considera: "personal, libre, directo y secreto". Igualmente se contempla que "nadie puede ser obligado o coaccionado, bajo ningún pretexto". La pregunta es si es posible que alguien, por ejemplo, con un grado de idiotez, tan evidente y pronunciado como los seguidores de ciertos tipo de música y sus exponentes: Ongito Wa, Tockisha, entre otros, tengan la suficiente capacidad lógica para no ser coaccionado a la hora de votar. Uno es la música que escucha, decía John Lennon.

La otra pregunta que debemos refornularnos, es posible que una persona que recibe (así lo percibe el idiota) una ayuda mensual del gobierno de turno (entienden que la ayuda es del político que gobierna, no del Estado Nacion), tiene la capacidad de no ser coaccionado a la hora de votar. Es realmente efectivo el ejercicio democrático, cuando algún aventajado mediante artimañas, arrastren a ignorantes estúpidos o miserables, incapaces, sin capacidad mínima de lógica ni razón para que voten y solo voten sin ningun otro requisito que el derecho de estar vivo. En los países donde la gente piensa, Dinamarca por ejemplo, todo aquel que recibe una ayuda del gobierno se le prohíbe votar, mientras permanece en esa condición. De esta manera se evita que la persona por el estado de dependencia, se conviertaß en un voto  cautivo, no obligado ni coaccionado.

Ojalá haya alguien con la capacidad funcional de considerar la propuesta de reformular el derecho al voto, donde estén excluidos los dembowseros y sus seguidores y que para otorgar este u otro derecho a un titular, sea primero ponderado, el derecho de la razón.

 

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