La falsa democracia

La falsa democracia.

Es común entre la gente que abraza la democracia como el modo de organización de la estructura jerárquica de una sociedad, definir esta herramienta, quizás no perfecta, pero sí la más idónea. Es frecuente igualmente el hecho, que muchos comparan la democracia con la libertad y se atreven a definirlo como conceptos semejantes o iguales en la mayoría de los casos, sólo porque es casi una condición "sine qua non" que donde hay democracia hay libertad de expresión. Aquí es donde difiero de las mayorías que de manera errónea hacen tal comparación. Yerran en sus pareceres porque la libertad no es el derecho a poder expresar un sentimiento, una emoción, una idea o un desacuerdo. No es la capacidad de elegir gustos: por la música, el cine o las diferentes expresiones del arte; o de seguir a un líder de alguna disciplina o partido político. La libertad no es el derecho a elegir y ser elegido, no es sólo derecho a transitar apegado a las normas que el andar por donde más personas caminan implica. No es sólo el derecho a la protesta, ni la libertad de culto, ni la libertad de elegir tu preferencia sexual. Pero tampoco la libertad es un derecho a hacer lo que quiera con tu vida ni a vivir en el libertinaje. La libertad es vivir en sociedad apegado a la disciplina y con la plena conciencia que vivir en sociedad impone, obliga y que es necesaria.

La gente cree que vive libre, porque eso ha vendido el "status quo" a los estúpidos. Creen que porque tienen derecho a expresarse y porque tienen derecho a protestar si algo no es de su agrado es la expresión neta de la libertad. ¿Es acaso la libertad en una sociedad democrática eso? tener derecho a este tipo de prerrogativas, protestar y expresarse pero nadie te hace caso. En la obra la Náusea, Jean Paul Sartre, dice "que el hombre nace libre, pero también nace responsable", y ciertamente eso es la libertad, cuando se vive y se puede actuar responsablemente en cualquier aspecto de la vida, pero la condición de actuar responsablemente por la vida solo se construye sobre la base de la cultura y el conocimiento.

La garantía de libertad de expresión como derecho humano y equivalente al ejercicio democrático, lo que ha traído consigo es confusión, porque se ha mal empleado. La libertad de expresión debe estar sujeta a la libertad de pensamiento, porque antes de hablar debe haberse pensado, pero para pensar se necesita razón, se necesita juicio, conocimiento, se necesita cultura. Se atribuye a Einsten la siguiente frase "quién no tiene conciencia y conocimiento de que se está tratando, no tiene derecho a la palabra".

La falsa democracia que ha sido impuesta por el sistema sólo satisface a los estúpidos esclavos de su propia ignorancia. El ignorante no es libre y por tanto lo que puede expresar puede significar muy poco para los demás o incluso para sí mismo, porque no tiene idea de las consecuencias de sus actos, ni de lo que reclama. Con sobrada razón José Luis Sampedro,  dice "que más que garantía de libertad de expresión, libertad de pensamiento", porque la expresión sólo es útil si se ha pensado antes, con conocimientos, con razón y con juicio.

La libertad es un proceso, una construcción que se solidifica a través del conocimiento y no una concesión que se da: por el amo, por el estado o por una institución. La Libertad es como la describe Unamuno, "No es un estado sino un proceso. Sólo el que sabe es libre. Sólo la cultura da libertad. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas; no la de pensar, sino dad pensamientos. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura".

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