El libre albedrío

 Entender el porqué de las cosas es lo que nos separa de la gente común, ordinaria. 

Venimos a este mundo por elección? Estamos aquí porque quisimos? O porque nos enviaron y obedecimos? Todo es parte de un algoritmo programado que nos elige, decide donde vamos, que hacemos y que debemos elegir. 

El filósofo Baruch Spinosa, sostiene que el libre albedrío es sólo una pretensión ilusa del hombre. "Los hombres se engañan al creerse libres; y el motivo de esta opinión es que suponen tiener conciencia de sus acciones, pero ignoran las causas que las determinan; por tanto, lo que constituye su idea de libertad, es que no conocen causa alguna de sus acciones". Sostiene además que "En la mente humana no se da ninguna voluntad absoluta y libre, sino que la mente es determinada a querer esto o aquello por una causa, que es también a su vez, determinada por otra, y esta por otra, y así sucesivamente hasta el infinito".

Pareciera ser que es así como las cosas funcionan, y que existe una sola cosa constante y universal, que puede entenderse como las únicas verdades reales. "causalidad, acción, reacción, causa y efecto". Pareciera equivocada la creencia de que todas las cosas que nos ocurren son el inicio de una desicion, pero es totalmente falso. La elección  es una ilusión creada entre los que tienen el poder y los que no los tienen. Poderes: económico, político, de información, de conocimiento, de inteligencia, que pueden manipular al antojo a la gente común.  Aveces es posible negar la realidad, es posible negar incluso los hechos, pero lo que no es posible es negar las consecuencias de los hechos. La realidad es, que ver la forma de pensar, de elegir y de actuar del mundo moderno, confirma el hecho y la consecuencia de que en mundo es conducido y manipulado por una mano que mueve la cuna.

La gente se mueve en la sociedad eligiendo y causando efectos a sus limitados entornos y pensamientos, de una manera, tan obvia, burda, estúpida, predecible, que se puede advertir por cualquier ser racional promedio, que están siendo manipulados, al antojo de una entidad superior, o por un algoritmo programado. No es posible que sea distinto.

Se les entrega el pastel, como sebo, el cual degustan sin advertir que el contiene toda una secuencia de líneas con instrucciones que causan efectos, los cuales luego se convierten en sentimientos y estos terminan obnubilando la razón e imponiendose por más absurdo que parezcan. Esos sentimientos que parecen incluso poéticos, subliminales, placenteros, son líneas del programa que crea un nuevo efecto. Al final el hombre común no entiende, el porqué, las razónes: por la que vino, por lo que está, o en las que se ha envuelto. No entiende la razón de los hechos y de pronto ya no le importará ninguna lógica  y lo que importa es el sentimiento programado, incluido en el pastel. Nuestros preceptos morales son una debilidad frente a la razón, y son nuestra flaqueza para la manipulación y mantenernos esclavos del algoritmo. 

Es esta la razón de la existencia del universo. Luchamos contra esta verdad, por negarla, pero es sólo una pretensión que bajo nuestra equilibrada apariencia nos dirige. La verdad es que, en cuestiones de razón estamos fuera de control, siempre seremos esclavizados de la causalidad. La única esperanza es entenderla. Entender el porqué de las cosas es lo que nos separa de la razón, porque al separar al hombre de su razón surge el único medio mediante el cual se puede ejercer poder sobre el para manipularlo, dirigirlo y hacerlo totalmente predecible.

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