Defendamos la alegria.
Defendamos la alegria.
Mario Benedetti es entre otros tantos uno de mis poetas líricos favoritos. Escribió un poema llamado Defensa de la Alegría, el cual les transcribo textualmente adelante. Hay que defender la alegría porque, como también sostiene Simone Weil, la alegría es una necesidad escencial de la vida, del alma, de las relaciones humanas. La alegria es mas necesaria que salud, que alimentarse, mas necesaria que el amor incluso. Es, mientras se está alegre que puede generarse empatía, interes, conectar el cerebro con el alma y este resultado propicia los pensamientos mas lucidos del hombre. Asi es que, defendamos la alegría siempre, como un derecho y contra todo pronóstico. “La alegría es una necesidad esencial del alma. La falta de alegría, ya se trate de desgracia o simplemente de aburrimiento, es un estado de enfermedad en la que la inteligencia, la valentía, la generosidad se apagan”.
Defender la Alegría.
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
Benedetti.
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