La esperanza no es lo mismo que el optimismo.

 La esperanza no es lo mismo que ser optimista. No es la convicción de que todo saldrá bien, de que todo tendrá un resultado positivo. Es más bien el convencimiento propio de que hacer algo, intentar algo, tiene sentido independientemente de como resulte. En la vida sólo se obtiene aquello que se ha intentado y se debe intentar todo aquello que para nosotros tiene sentido no importa la cosa, sin embargo, es necesario pensar hacia donde nos conducen nuestros intentos para que no pierdan el sentido. 

El final de una vida exitosa debe ser como la definió Neruda, saber que  se intentó todo lo que se quiso, se  obtuvo todo lo que se pudo, se amo todo lo que valía la pena y  se perdió perdió apenas lo que nunca fue propio. En la historia de una vida, todo lo que existe en el mundo nos pertenece, incluyendo las propiedades materiales, pero la única manera de saber que algo no es propio es intentándolo. ¿Cuantas cosas que pudieron ser se han perdido por miedo a  que no resulten y por eso jamás se intentaron? El verdadero perdedor no es aquél que no gana. El verdadero perdedor es aquél que tiene tanto miedo a no ganar que ni siquiera lo intenta.

Opaito